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HIP HOP

THE STREETS

<a href=&quot;http://www.the-streets.co.uk&quot;>THE STREETS</a> La música de baile y el hip hop han unido fuerzas para plantar cara a la tiranía del pop-rock y tomar el pulso de la nueva realidad urbana. Mike Skinner, uno de tantos jóvenes que mata el fin de semana de club en club, es hoy el nombre clave para entender cómo el hip hop británico, a través de esa providencial mutación en que se ha erigido el UK Garage, que ha dejado de ser el hermano tonto del estadounidense.
“Original pirate material” (2002) fue el debut de The Streets, y recoge el sonido de las calles de Inglaterra, el diario de un clubber que hizo carrera articulando sus reflexiones cotidianas.
Y es que Mike Skinner se ha convertido por méritos propios en la cara más popular del UK Garage, y “Original pirate material” ofrece más canciones que titulares y no ha tenido que escorar su sonido hacia el R & B norteamericano. Sólo se ha limitado a explotar con cuatro singles y múltiples conciertos el debut más excitante que ha salido de Inglaterra en los últimos ocho años. Este disco combina análisis agudos y escenas articuladas con la frescura y la agilidad de un cómic. Reflexiones y viñetas en un debut que equilibra sentido común y sentido del humor, crónica social y puro entretenimiento. Así, en sus canciones en lugar de fanfarronear, delirar o repetir lo que han dicho otros raperos, prefiere observar, ordenando sus ideas y reflexionar sobre su vida y su entorno. “Original pirate material” está pensado con la cabeza y no con la entrepierna, el bíceps o el músculo del ego. En cierto modo, lo más importante que ha aportado The Streets al UK Garage es, simplemente, sentido común. Otro elemento que destaca es la omnipresencia de la atmósfera club. El resultado, canciones como “Has it come to this?”, “Same old thing”, “Let’s push things forward” o “Weak become heroes”.
Ya en el 2004 The Streets publican su segundo disco “A grand don’t come for free” que dista mucho del nivel mostrado en su debut y solo destaca el tema homónimo del disco. Ahora sólo cabe esperar que tan sólo haya sido un tropiezo y que continúe confirmando las enormes expectativas apuntadas con su primer álbum.

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE: DEL DOWNTEMPO A LA ELECTRÓNICA PARA CAFETERÍAS

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE: DEL DOWNTEMPO A LA ELECTRÓNICA PARA CAFETERÍAS Peter Kruder & Richard Dorfmeister parieron con sus “K & D sessions” (!K7, 1998) una nueva gallina de los huevos de oro, en lo que a la búsqueda de lo etéreo en la electrónica se refiere. Sin duda nunca podrán compararse con ellos los excesos que produjo la caída del trip hop y los que se subieron al carro del downtempo sin argumentos y sin aportar todo nuevo (amen de grupos que partiendo del acid jazz, el funk o el soul han intentado sacar su correspondiente tajada, véase Moorcheba, St.Germain, Moby…etc).
Antes de concluir el siglo, los franceses Air (músicos con formación clásica) publicaron “Moon Safari” (1998) donde crearon en un clima de edulcorado onirismo alguna de la música más exitosa que nunca se haya escuchado en cuanto a pop electrónico se refiere.
Aunque sus posteriores publicaciones como “10000Hz legend” se hayan esforzado en echar por tierra su buena reputación forjada en sus discos “Premiers Symptomes” y “Moon Safari”.
Así, a su algo dudosa estela, varias parejas de productores trataron de sacar tajada sin aventurarse demasiado: Bent, Zero7, Royksopp…..y un largo etcétera; juegan con el revisionismo y el futurismo eludiendo la inventiva.

KRAFTWERK - TRANS-EUROPE EXPRESS

<a href=&quot;http://www.kraftwerk.com&quot;>KRAFTWERK</a> - TRANS-EUROPE EXPRESS En “Trans-Europe Express” (1977) el concepto en torno al cual gira el disco sigue estando relacionado con las comunicaciones, pero en este caso se trata de las comunicaciones por ferrocarril (cuyo cadencioso devenir se reflejó en la base y la letra del largo tema que da nombre al disco, un largo viaje de París a Viena y vuelta a Dusseldorf, con la frase “de estación en estación/de vuelta a Dusseldorf/conocer a Iggy Pop y David Bowie”). Además, esta referencia a los famosos enlaza con el otro tema del disco, la imagen pública y la fama (preocupaciones éstas que quedan recogidas en el tema “The hall of mirrors” y en “Showroom dummies” , donde los maniquíes, hartos de estar expuestos al escrutinio público, cobran vida, rompen el cristal y se van a bailar.
En este momento la popularidad del grupo posibilitó que su influencia fuera enorme, y así, por ejemplo; desde los guetos estadounidenses se fabricó el electro sobre “Trans-Europe Express”.